Catar es analizar sensorialmente una sustancia…
Dicho así, suena a difícil y pretencioso incluso, pero nada más lejos de la realidad, aprender a catar supone invitar a los sentidos a una fiesta en la que se ponen alerta, se activan y nos hacen disfrutar de lo que tenemos sobre la mesa o en la copa para la cata.
Durante las siguientes semanas, desde el ENOBlog de la Escuela Superior de Enoturismo queremos compartir con vosotros los secretos y trucos para aprender a hacer una cata, y un diccionario de los términos más habituales, para que la próxima vez que os enfrentéis a una copa de vino de cualquier variedad o tipo, podáis expresaros cómo auténticos expertos en la materia, siempre sin perder la frescura y esencia de la actividad, que es disfrutar de un vino y exprimir al máximo el momento de felicidad que nos transmite.
Es ya por muchos conocido que en la cata de vinos tenemos tres fases diferentes:
- Fase Visual
- Fase Olfativa
- Fase Gustativa
En esta ocasión hablaremos de la Fase Visual, nuestra primera impresión del vino nada más nos lo sirven en la copa, la que nos puede llevar al flechazo o la que nos dejará indiferentes y nos hará buscar más…
El aspecto del vino puede delatar su juventud, madurez, decrepitud, limpieza, la clase de uva e incluso si es o no ácido, pero la vista, aunque no engañe, tampoco debe ser decisiva en la elección o calificación del vino, si no va acompañada de las pruebas olfativa y gustativa.
Con el sentido de la vista se observa la fluidez del vino, su densidad, la aguja, la baja o elevada graduación alcohólica y la glicerina en el lagrimeo de la copa.
Se llama disco a la superficie del vino en la copa, y lágrima, ventanas o incluso piernas, al rastro que el vino deja, cuando lo removemos, en sus paredes.
En los vinos blancos y en los cavas jóvenes, el color es amarillo pajizo o pálido, con reflejos ligeramente acerados o verdosos. Con el tiempo, pasa a amarillo dorado y luego a amarillo dorado con ligeros brillos rojizos. Los blancos muy viejos son ambarinos, oro viejo, yodados o ligeramente rojizos.
Reconoceremos los tintos jóvenes por su color de cereza madura y el borde oscuro granate-violáceo o frambuesa. Con la edad, los tintos pasan a una banda cromática de rubí-granate, a veces con ribetes anaranjados o ligeramente amarillos. De ahí, andando los años, al rubí-teja y a los tonos ocres, marrones y amarillos.
Los rosados destacan, en su momento óptimo de consumo, por ser de color rosa vivo, con borde frambuesa. Luego evolucionan hacia el anaranjado, el piel de cebolla y el cobrizo.
Por otra parte, se piensa que ningún vino posee la perfección cromática, el color 10. En determinados vinos, por ejemplo, el tono o la gama elegidos por el bodeguero atienden a gustos particulares, siempre que haya ausencia de oxidaciones, nitidez y transparencia máximas, que el vino sea luminoso o brillante.
A continuación os dejamos un mini diccionario de los términos con los que describir un vino según su color:
- Abierto: Vino que tiene un color muy claro, poco intenso.
- Acerado: Color pálido de brillos metálicos (acero)que identifica algunos vinos blancos.
- Ámbar: Primera fase de envejecimiento de los brandies y rones (tono entre amarillo y
rojizo). - Brillante: Relacionado con la juventud y limpidez del vino.
- Caoba: Segunda fase de envejecimiento de los brandies, rones y vinos generosos. Tono
que adquieren generalmente cuando son más viejos. Nos recuerda al color de la
madera en la que se han criado. - Capa: Se habla de capa en el vino para determinar la intensidad colorante en los tinto.
Los grados: capa baja – capa media – capa media alta – capa alta o cubierto. (de
menos a más). - Cereza: Cuando aparece es más relacionado con el color que con el sabor. El rojo
cereza es rojo oscuro e intenso, cuando es muy oscuro se denomina picota. - Dorado: Es el color oro, tonalidad entre amarillo y rojizo con predominio del amarillo.
- Guinda: Término de color que se sitúa entre los tintos poco cubiertos y los rosados
intensos. - Limpio: Limpidez absoluta, sin macula.
- Ojo de perdiz: Color rosáceo, pálido y brillante.
- Ribete: Color que adquiere el vino en las orillas que están en contacto con el cristal de
la copa. Tiende a tener color azulado, violáceo. Purpura o frambuesa en los tintos
jóvenes. Cuando toman la gama de color de los granates hasta el rubí, estamos
hablando de vinos más maduros con crianza o incluso algunos reservas. Cuando el
ribete tiene color a teja o anaranjado, estamos hablando de vinos muy viejos o que se
han quedado degradados. - Turbio: Vino que contiene partículas en suspensión.
- Velado: Vino ligeramente turbio.
- Yodo: Tonalidad semejante a la tintura de yodo (oro viejo y marrón).
¿A qué no es tan difícil? Se trata de ir escuchando y utilizando los términos para familiarizarnos con ellos.
Pero además os dejamos este resumen por tipo de vinos:
COLOR DE LOS VINOS BLANCOS
- Aceiado o acerado (gris)
- Amarillo pálido
- Amarillo pajizo
- Amarillo verdoso
- Amarillo dorado
- Oro pálido
- Oro viejo
- Ámbar
COLOR DE LOS VINOS ROSADOS
- Rosa violáceo
- Rosa frambuesa
- Rosa fresa
- Piel de cebolla
- Rosa asalmonado
- Rosa anaranjado
COLOR DE LOS VINOS TINTOS
- Rojo picota
- Rojo cereza
- Rojo rubí
- Rojo teja
- Rojo amarronado
Pues ya tenemos una pequeña guía para empezar a disfrutar y catar vinos, probad a describir los colores y veréis que de matices e ideas salen…
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¿Quieres seguir aprendiendo sobre cata de vinos? Pues las próximas semanas seguiremos contándote más cosas en nuestro blog.
Gracias a uno de nuestros profesores de la Escuela de Enoturismo por este estupendo diccionario, Gustavo Calvo de http://vinotecamalauva.com/
Y si quieres formarte cómo un auténtico experto con nuestro Curso de Especialista en Enoturismo https://escuelasuperiorenoturismo.com/especialista-en-enoturismo/
Muy útil e interesante.
Así es más fácil describir el Vino, que a veces por falta de palabras no podemos.
Gracias por compartir.
Esperando con ganas las otras dos entregas, que esta Navidad quiero ser el experto de mi familia en vinos 😉